domingo, 12 de febrero de 2012

Ángel Cappa: “Fuera de Argentina me siento un cuerpo extraño”. Por María Cappa.



Ángel Cappa es un entrenador de fútbol argentino afincado en España desde mediados de los años 70. También es licenciado en Filosofía y Psicopedagogía. Tiene algo más de 60 años, aunque él afirma tener 49 desde hace ya bastante tiempo. En España se lo conoce, fundamentalmente, por el año y medio que pasó junto a Jorge Valdano como entrenador del Real Madrid. En Argentina, por haber pasado por muchos equipos. Algunos lo admiran por el estilo de fútbol de toque que defiende y por su ideología de izquierdas. Muchos, incluso, lo quieren por haber dirigido al equipo que mejor ha jugado en Argentina desde hace, al menos, 20 años; aquel glorioso Huracán del Torneo Clausura de 2.009. Otros, sin embargo, lo odian precisamente por su postura política, sus convicciones futbolísticas y por decir lo que piensa de los “aliados del poder. De sus siervos. De los esclavos de una forma vacía y estúpida de vivir la vida”. Afirma sentirse orgulloso de tener a resultadistas y neoliberales por enemigos. "¿Te imaginás que pensarían de mí mis hijos si esa gentuza me tomara por uno de los suyos? ¿Qué herencia les dejaría?”, dice siempre con orgullo. Actualmente es colaborador de Radioestadio, en Onda Cero, donde comenta los partidos de los equipos españoles.



María: El juez Garzón inhabilitado y Camps, señor honorable y sobresaliente cum laude en su tesis doctoral sobre la reforma laboral y la regeneración democrática…
Ángel Cappa: Bien hasta que me dijiste cum laude que no sé lo que quiere decir… (sonríe). Es evidente que es una cuestión política y que el franquismo sigue gobernando… o sigue teniendo poder, mejor dicho, en España… y gobernando también, pero bueno, digamos que sigue teniendo poder, que es lo más importante. El juez que les molestaba se lo sacaron de encima con argumentos que la justicia encuentra siempre a favor o en contra del que quiere encontrarlo. Si quiere favorecerlo, lo favorece y si quiere perjudicarlo, lo perjudica. Siempre hay algún argumento para hacerlo. Más allá de todas estas cuestiones formales, hay una cuestión de fondo que es política, insisto.

M: ¿Es imposible entonces que haya una ley justa y objetiva?
A.C.: No es imposible, pero en otra sociedad. En este tipo de sociedad es muy difícil encontrar que haya una ley justa, porque la ley la impone el que manda, y aquí manda una clase social que es la que tiene el dinero. Por tanto se aplica la ley de acuerdo a sus intereses.

M: Viniste exiliado de Argentina en el 1.976
A.C.: ¿Yo?

M: Sí.
A.C.: No, así formalmente no. Sí me fui de Argentina en el 76 porque la mayoría de los jóvenes de ese momento corríamos peligro en la medida en que teníamos el atrevimiento de cuestionar al poder o de pensar.

M: ¿Hay algún paralelismo entre lo que motivó que te fueras de Argentina y lo que está pasando ahora en España?
A.C.: No, no… el paralelismo estaría con el franquismo directamente. Aquí en España todavía hay posibilidades, digamos, democráticas, aunque la Democracia esté cercada y cuestionada, pero de todos modos hay posibilidades de actuar, de pensar, de expresarse, que no había en Argentina. Además, aunque la justicia generalmente esté condicionada por la clase dominante, hay alguna posibilidad de justicia. En Argentina se había eliminado el habeas corpus, por ejemplo; y la gente fusilaba y te mataban sin ningún tipo de inconveniente, cosa que en España no existe. No había ninguna posibilidad de expresión de ninguna naturaleza. O sea, el paralelismo existía cuando estaba Franco vivo, digamos, no ahora.

M: ¿Piensas que las circunstancias actuales en España son un motivo suficiente como para salir del país e ir a otro a vivir mejor o hay posibilidades de cambio reales en España?
A.C.: Las posibilidades de cambio siempre están… digamos que dependen de la lucha de la clase obrera. Estamos instalados en una lucha de clases, aunque no se diga y aunque se oculte. Una lucha de clases donde la clase dominante impone, entonces en la medida en que la clase oprimida se rebele, habrá posibilidades de cambio, lo cual es muy difícil todavía. Muy difícil porque la clase dominante cuenta con los medios de comunicación. Han hecho una tarea de muchos años, desde la Transición hasta acá, para adormecer y para despolitizar a la clase obrera. Entre otras cosas han sometido a los sindicatos para desarticular los movimientos de lucha de la clase obrera. Hay una especie de desorientación en la izquierda de España, por lo que las posibilidades de cambio son remotas, evidentemente. Las emigraciones han ocurrido en la historia de la sociedad siempre. La gente, cuando no encuentra ninguna posibilidad de supervivencia, se va a otros lugares donde cree que pueden encontrarla. Inclusive dentro del mismo país. Lo que ocurrió con la emigración andaluza a Cataluña, por ejemplo. Y España tiene una historia de emigraciones. Muchas veces han emigrado los españoles a otros lugares a conseguir una vida digna. La gente no se resigna a quedarse de brazos cruzados. Si no hay trabajo, o no hay ninguna posibilidad, van a donde haya trabajo.

M: Estás hablando de clase dominante, clase oprimida… hay mucha gente que piensa que es un lenguaje desfasado.
A.C.: Sobre todo la gente a la que le conviene pensar eso, ¿no? La gente que vive más o menos bien y que no tiene ningún interés en que hagan olas… Entonces piensa que eso se terminó, que no hay ideología y que no hay lucha de clases. Bueno, a esa gente es muy fácil… con decirle lo que han hecho con la quita de derechos laborales, que llaman reforma laboral, recientemente, a ver a quién favorece esta historia, ¿no? Y mucho peor todavía: qué clase es la que está pagando lo desatinos que hicieron los que tienen el poder. Es decir, a quién se lo hicieron pagar los que tienen el poder todo este desbarajuste económico. Ya verán que no hay nada desfasado en eso.

M: Eres entrenador de fútbol. Sin embargo pareces expresarte con bastante claridad y con una idea muy bien formada de lo que es la realidad. ¿Ser un ‘intelectual’ en el mundo del fútbol es ser un bicho raro?
A.C.: Lo que pasa es que el fútbol, como ocurre con otras actividades pasionales, es muy absorbente, entonces la gente que nutre el fútbol… o mejor dicho, el fútbol se nutre de gente que viene de los barrios marginales, donde generalmente no tienen oportunidad de ir a la escuela, de comprender la realidad… generalmente a lo que espiran es a zafar de la situación en la que se encuentran. Y una vez que zafaron... como dijo Frantz Fanon hace muchos años, el opresor es aquel a quien se odia y a quien se trata de imitar al mismo tiempo. Entonces lo que tratan es de parecerse al opresor, que es el modelo, al amo. Hay que ser como es el amo. Hay que saber cómo se utilizan los cubiertos, qué clase de vinos hay, cuáles son los mejores restaurantes y cuál es la ropa de moda. Entonces tienen la ilusión de haber ascendido una clase social, por lo tanto… digamos que tienen muy poco margen para pensar. Y yo tuve la suerte de ir a la escuela, de participar en Argentina en un movimiento social que nosotros pensábamos que era decisivo para un cambio de la sociedad, lo cual me impulsó a ir a la universidad para tener argumentos teóricos de la situación, para entenderla mejor y para poder participar en ese movimiento. Nada más. Yo sigo siendo el mismo que era cuando nací, en el barrio en que me crié, nada más que tuve la suerte de ir a la escuela y, por lo tanto, la posibilidad de pensar.

M: La mayor parte de tu carrera la has desarrollado sobre todo en Argentina. También en Uruguay, en México, en Perú, en Sudáfrica… y en mucha menor medida, en España, a pesar de que has vivido aquí durante más de 30 años. ¿Tienes algún resentimiento con este país?
A.C.: No, no. Es lo mismo que le ha pasado a muchísimos españoles o de otras nacionalidades. No, ningún resentimiento. Se dieron las cosas de esta manera y nada más. Además, al ser argentino me resultó más fácil empezar a trabajar en Argentina. Y como empecé a trabajar en Argentina, pues… esto no escapa a las leyes generales del mercado. Entonces soy un “producto” que tiene su mercado en Argentina y en Sudamérica y aquí soy menos conocido… fue pasando el tiempo y sigo trabajando donde me llaman, y donde me llaman es donde me conocen, y donde me conocen es en Argentina y en Sudamérica.

M: ¿Encajarías trabajando en España?
A.C: (duda después de hacer una pausa larga). Supongo que sí. Sobre todo ahora, que hay un concepto futbolístico al que yo me amoldo mucho más fácil que al que había hace algunos años, donde se le daba más valor a lo que llamaban raza, y casta y toda esa historia… y la furia… y todas esas barbaridades herencia del franquismo, que ahora, que ha surgido una camada de buenos jugadores, y ha cambiado el gusto hacia el buen fútbol. Entonces sería mucho más fácil que ahora encajara en el fútbol español y que me admitan en el fútbol español. Pero ya es un poco tarde, porque los años que tengo me han quitado un poco las ganas de entrenar y además… a partir de los 60 años la gente empieza a considerarte viejo... y con algo de razón.




M: Dices que en España el fútbol era casta, garra, furia por herencia del franquismo. En muchas ocasiones te he escuchado hablar de fútbol de izquierdas y fútbol de derechas. ¿Tiene sentido?
A.C.: No, no… es un sentido metafórico. No es que Messi haga regates de izquierdas y Cristiano Ronaldo haga goles de derechas, eso no tiene sentido. Sí que, en general, la izquierda le da más valor a lo estético que la derecha. En general. Tampoco es tan así. Pero… había un eslogan, hace tiempo, del Partido Popular que decía: “eficacia”. La palabra eficacia, no era un eslogan, bah… Y es precisamente lo que caracteriza a la derecha. La derecha, digamos, lo que quiere es ganar dinero rápidamente, y lo demás importa muy poco. Para la derecha el matrimonio ideal es el hombre ingeniero y la mujer profesora de Letras. Entonces la mujer es una especie de adorno; un florero que estudia Letras porque es una estupidez. En cambio lo concreto es el ingeniero o, últimamente, ser agente de bolsa, que es mucho más importante que ser un ingeniero. Pero bueno… el fútbol de derechas, entonces, sería el fútbol al que lo único que le importa es el resultado. Y al de izquierdas le importa el resultado y, además, lo que significa el fútbol emocionalmente.

Y tiene también una razón, que es que como el fútbol nace en los suburbios de todas las ciudades, importantes o no, la única manera de ser, en el sentido filosófico, que tienen los pobres, una de las pocas que tienen, es a través del fútbol. Es un medio de realización que tienen. Es decir, lo que hacen… como si fuera pintura, o música o cualquier expresión del arte… lo que hacen les pertenece a ellos. Una gambeta, una buena pared, una buena jugada, un dominio de una pelota les permite ser. Y les permite el orgullo, que es lo primero que le quitan al pobre. El pobre no tiene derecho a ser orgulloso. En cambio, a través del fútbol, sí se sienten orgullosos porque son creativos. Y los acerca también a la belleza. No pueden ir al teatro, no van al cine, no tienen dinero para comprarse un libro, así que no leen, no escuchan música… entonces… prácticamente lo único que los acerca a la plenitud que da la belleza, es el fútbol. De ahí a que haya un fútbol de izquierdas y uno de derechas realmente… creo que es una manera de hablar.

M: Has pasado la mitad de tu vida en España y la mitad en Argentina. En Argentina dicen que eres español, y en España que eres argentino. ¿De dónde te sientes?
A.C.: De Argentina, sí (dice sin pensarlo). Pero de Argentina no en el sentido patriótico, sino en el sentido cultural. Estoy muy marcado por la cultura argentina y me siento… me sigo sintiendo, digamos, un ser extraño, un cuerpo extraño. No solamente en España. En cualquier otro país. De todos modos, después de tanto tiempo, también me siento como propio de este lugar; lo que no puedo es incorporarme de lleno a esta cultura. A las costumbres, a la manera de hablar, a los dichos, porque… estoy ya formado en la cultura argentina. Yo me acuerdo que, cuando yo era pibe… en ese momento había muchos extranjeros el barrio donde me crié. La mayoría eran extranjeros. Hasta el punto que había un solo compañero nuestro en el barrio que tenía un abuelo argentino. Uno solo. Y nosotros no le creíamos; le preguntábamos: "¿vos tenés un abuelo argentino?” – “Sí” –“Mentira, andá…” Porque era una cosa totalmente extraña. Sin embargo nosotros veíamos a la gente de otros países, a mis abuelos, arraigados todavía en su cultura. Y a mí me parecía algo muy extraño, inclusive hasta me molestaba que no se integrara en la cultura argentina… (sonríe) y ahora, cuando me tocó a mí, lo entiendo perfectamente. Salvo mi abuela la española… los españoles se integraron más. Los italianos no, y los árabes, los alemanes, que había muchos… tampoco. En cambio los españoles, por lo menos de palabra, estaban más integrados.

M: Cuáles son esas diferencias culturales entre dos países que… bueno, de hecho Argentina es la herencia de España e Italia. ¿Dónde está esa diferencia cultural?
A.C.: No, en las costumbres más que nada. En las costumbres, en el humor, en la ira… en cuestiones digamos tangenciales. En lo esencial todos los seres humanos son iguales: en el amor, en el odio, en el temor a la muerte… en todas esas cuestiones esenciales, el ser humano es igual. Después hay costumbres. Aunque también hay distintas costumbres dentro de una misma cultura. En Argentina no es lo mismo alguien que viva en Santiago del Estero o en Tucumán, que alguien que viva en la capital o que alguien que viva en Comodoro Rivadavia, en el sur. También hay distintas maneras… y mucha gente que es, como llamamos en Argentina, del interior del país, se siente un bicho extraño en la capital. Yo mismo. En Buenos Aires. A mí me resulta completamente… extraña, agresiva. No vivo cómodo en Buenos Aires.

M: Sin embargo Ariel Scher (periodista argentino, amigo de Ángel Cappa) dice que, a pesar de tu negativa, siempre le has resultado profundamente bonaerense.
A.C.: Bueno, lo que pasa es que no sabe lo que yo puedo sentir. Será porque me gusta el tango, por ejemplo, la música… ¿ves? Es otra de las cosas que hace que uno se sienta bien en un lugar, en tu lugar, donde tenés tus raíces. Que no es ni mejor ni peor que ningún otro. Simplemente distinto. Es tuyo, como tu cara. Te miras al espejo y es tu cara. Estás acostumbrado. Mañana te ponen otra y estarías perdido, a pesar de llevarla mucho tiempo…

M: ¿Crees que tu vi…
A.C. (me interrumpe riendo) Que por otro lado, si me cambiaran la cara, tampoco es que me fuera a quejar, ¿eh? Con esta cara que tengo… no pasaría nada, tampoco…
Risas.

M: ¿Crees que tu vida habría sido mejor si te hubieras podido quedar en Bahía Blanca? ¿Lamentas haber tenido que irte?
A.C.: No… irme de Argentina me permitió enriquecerme. Muchísimo. La vida que tuve la suerte de poder hacer en España me ha enriquecido infinitamente más que si me hubiera quedado en Bahía Blanca, por ejemplo. Mucho más. Viví cosas que ni soñaba. Y aprendí de culturas, me abrí mucho más… aunque yo, por formación… ya te digo, en el barrio… comía y vivía con árabes, con judíos, con italianos… en la casa de mi abuela… O sea que era una persona abierta en ese sentido, pero aprendí muchísimo. Y el fútbol también me hizo aprender, porque la posibilidad de estar acá, de hacer el curso de entrenadores, de dedicarme a lo que yo quería… me hizo conocer países y costumbres… vivir en esos países, no hacer turismo. O sea que, por ese lado, he vivido una vida muchísimo más rica que si hubiera vivido en Bahía Blanca.

M: ¿Te sientes feliz ahora?
A.C.: Bueno… yo sí, yo vivo muy cómodo y muy feliz, pero… siempre la felicidad son momentos, ¿no? Uno no puede vivir en estado de felicidad eso… (sonríe mientras se pone las manos delante de la panza como si tuviera un globo) como si estuviera embarazado de felicidad. Uno es un rato feliz y otro rato no, y otro rato… yo por lo menos. Además soy un tipo que no me siento cómodo en la felicidad. Como los pobres, que no se sienten cómodos cuando les viene la buena, que siempre tienen miedo de que les venga algo peor y dicen: “uy, ahora, lo que me espera”… Bueno yo más o menos soy un tipo así. Pero sí, yo más o menos ahora vivo bien. Pero claro estoy en el umbral de la vejez, entonces vivo bien y por ahí me angustio, porque me queda muy poquito en el carretel. Pero, sinceramente, tengo una vida muy plena.

M: ¿Te preocupa España?
A.C.: Si, claro, por supuesto que sí. Me preocupa España, me preocupa Europa y me preocupa Latinoamérica. Yo puedo decir que tengo dos lugares. Culturalmente me siento de uno, pero tengo dos lugares que los siento como propios.: Argentina y Madrid. Lo que pasa es que si tuviera que elegir… “Bueno, a ver, tiene que elegir”. Y bue… entonces elijo mi lugar, como le pasa a todo el mundo y como es lógico. Pero siento los dos lugares como propios y, por lo tanto, me preocupa, claro que sí. Me indigna que Madrid esté gobernada por una derecha inescrupulosa, por ejemplo. Me indigna muchísimo. Y lo que le está pasando a la clase obrera española y a la de Grecia también… pero bueno, sobre todo a la española porque comparto la suerte de mis hijos y de mi mujer… (sonríe) y de mi abuela, también ya que estamos. Entonces, claro que sí, que me preocupa mucho.

M: Hay gente que cree que la crisis de Europa y de Estados Unidos va arrastrar a Latinoamérica…
A.C.: Yo espero que no, porque… si Europa pone las garras (hace el gesto con las manos y pone cara de malvado) en Latinoamérica, será para tratar de explotarla, como ha hecho Estados Unidos… ¡y como ha hecho Europa, muchas veces! Entonces espero que no, que no… que no. Que no sea así. O si es así, que sea en un plano de igualdad, cosa que dudo mucho porque siempre el que tiene mayor poder es el que saca provecho del más débil, y entonces espero que las cosas no se desarrollen de esa manera.

M: Si pudieras pedir tres deseos que seguro te fueran a conceder, para ti o para la humanidad, ¿qué pedirías?
A.C.: Para la humanidad… no se me ocurre, pero… ¿para mí tres deseos? Que… a ver… primero que… mis hijos puedan vivir su vida como ellos quieren, como a ellos les haga felices… no, es una palabra muy grande… como ellos… puedan vivir la vida con alegría, haciendo lo que les gusta toda su vida. Más allá de si un día ganan dinero o no, que es absolutamente lo de menos…en la medida que tengan para comer y comprarse un… libro, de vez en cuando. Segundo… (piensa detenidamente) Y segundo… no tener enfermedades dolorosas, digamos. Y… qué sé yo. No sé. Para mí no tengo ninguna aspiración en particular en este momento sino que … seguir la vida que estoy haciendo.

martes, 10 de enero de 2012

¿QUÉ HACER?

Veo que la propuesta de reclamar una investigación acerca de lo ocurrido en el partido final del clausura 2009 Velez-Huracán, tiene el apoyo de muchos socios e hinchas del Globo. Por eso voy a sugerir lo que pueden ser los pasos a seguir:

- Organizarnos. Formar una comisión que se encargue y que sea representativa de los socios y de los hinchas. Para eso juntar firmas que la autoricen.

- Contar con la presencia de uno o más abogados que quieran encargarse del asunto desde lo legal.

- Reunir todo lo que sabemos, nos dijeron, o conocemos del caso. Todo sirve para la investigación.

-Solicitar el apoyo de los dirigentes de Huracán, para que el reclamo tenga carácter oficial también.

- Recurrir a la AFA. Secretaria de Deportes, Justicia Civil, Confederación Sudamericana de Fútbol, FIFA y otros organismos que puedan tener alguna responsabilidad en el asunto.

- Saber que vamos a encontrar resistencias de todo tipo para desanimarnos, por eso hay que insistir hasta encontrar el camino adecuado.

- Saber que estamos buscando Justicia. Si hubo corrupción tendrán que tomar medidas, y si no la hubo el caso quedará aclarado.

- Seguramente los socios e hinchas del Globo, tendrán más sugerencias para ayudar en este propósito.

Nos arrebataron de mala manera la última alegría, pero nadie, ni ellos siquiera, nos pudieron quitar las 18 fiestas anteriores que vivimos en cada partido. Un abrazo, y la seguimos.

domingo, 8 de enero de 2012

PROPUESTA DE REIVINDICACIÓN

La reaparición de Brazenas en los medios de comunicación refiriéndose al partido final del clausura 2009, cuyos errores nos arrebataron el campeonato, me animó a poner en práctica una idea que llevo elaborando desde hace un tiempo. Se trata de pedir una investigación a quien corresponda (creo que es la AFA) para dejar claro si en ese partido los errores fueron involuntarios o hubo algo ilegal.

Lo que sucedió fue un bochorno para el fútbol argentino ya que el partido se retransmitió a casi todo el mundo, y ya sea en España, Italia, Alemania, Francia y algún otro país que ahora no recuerdo, se ha hablado de robo. Hace pocos días, en España, una televisión repasaba actuaciones arbitrales calamitosas, como por ejemplo el partido que Francia le gana a Irlanda con la mano de Henry acomodando la pelota en el gol decisivo. Entre otras, también recordaron el Velez-Huracán.

Recientemente una revista francesa me invitó a una entrevista conjunta con Pastore en París, y los periodistas me repitieron lo que todo el mundo, "cómo los robaron en aquel partido". Durante todo este tiempo, 2 años y medio, me han llegado indicios detallados como para albergar sospechas fundadas de que la actuación arbitral (no solo Brazenas sino también uno de los jueces de línea) no fue tan inocente como yo creí al principio. No es una acusación, se trata simplemente de una sospecha. Pero sería bueno despejarla de una vez por todas.

En Italia, recuerdo, donde la corrupción en el fútbol está a la orden del día, le quitaron a la Juventus dos campeonatos que había ganado y le descontaron tantos puntos ganados ilicitamente que descendió. También le sacaron varios puntos al Milan, que se mantuvo en Primera a duras penas, por el mismo motivo. Es decir, se investiga y si hay culpables se sanciona, como es lógico.

Por eso yo le propongo a los hinchas de Huracán reunir todas las sospechas que tengamos, ordenarlas y presentarlas a quien corresponda. Ya digo que supongo que será la AFA o quizá la Secretaria de Deportes, no sé, lo averiguamos. La misma propuesta hago extensiva a los actuales dirigentes de Huracán, para que colaboren en esta solicitud de investigación oficial.

Me parece que no solo Huracán lo necesita, sino también el fútbol argentino para, en caso de no haber nada objetable, limpiar el bochorno y que quede como una pésima actuación arbitral, pero absolutamente involuntaria. Ojalá sea así para el bien de todos. Yo, simplemente, lanzo esta propuesta a los hinchas del Globo y a los actuales dirigentes del club. Si lo consideran posible, y están de acuerdo, me ofrezco para lo que fuera necesario.

Un abrazo, y la seguimos.

lunes, 14 de noviembre de 2011

UN ANIVERSARIO MUY FELIZ

Se cumplen o cumplieron en estos días 15 años del debut de Riquelme. Y en estos tiempos penosos del fútbol argentino es un acontecimiento para festejar doblemente. En primer lugar porque se trata de uno de los mejores jugadores de nuestra historia y también porque está jugando en nuestro país y es uno de los pocos espejos que quedan en actividad.

Hay un detalle en Riquelme que lo hace diferente y mejor: sabe jugar. No es fácil encontrar en el mundo entero jugadores que conozcan el juego y lo interpreten con tanta fidelidad. Nada ni nadie puede desviar a Román de sus convicciones. Es un ejemplo de como la técnica se pone al servicio de lo colectivo. Le pega muy bien a la pelota, gambetea si es necesario, toca para asociarse, mete pelotas de gol, y define con precisión y eficacia, camina la cancha con la seguridad de los que saben y ocupa siempre el espacio indicado, además de tirar las faltas al gol o a la cabeza de un compañero, con la misma elegancia que hace todo.

Los que confunden pausa con lentitud (demasiados por desgracia) lo acusan de ser lento. Hoy mismo estuve leyendo una entrevista a Coutinho , el mejor socio que tuvo Pelé, y entre otras cosas le preguntaron si su excesivo peso no le restaba velocidad. "Nada de eso", respondió," yo recortaba camino". Es decir usaba la inteligencia y el amague para llegar antes, que de eso se trata, no de ser más rápido. Sin pausa el fútbol es lento porque tarda mas en encontrar la situación de gol y generalmente termina chocando.

Riquelme es uno de los poquísimos jugadores que juegan en Argentina, capaz de hacer girar a su equipo y a los contrarios en torno suyo, por personalidad y conocimiento . Este campeonato se propuso ganarlo y lo está consiguiendo holgadamente tocando, buscando socios en toda la cancha, y fabricando con su técnica y mucho más con su inteligencia, lo que el equipo necesita en cada momento. Como casi todos los grandes de verdad no solo juega, sino que mira muchos partidos, y habla de fútbol horas para encontrar las respuestas a todas las preguntas que siempre se está haciendo.

Como sabe jugar es un prodigio de talento, que a mi modo de ver quiere decir elegir bien. El talento es eso, saber cuándo tocar, cuándo encarar, cuándo serenar tocando hacia atrás para armarse, cuando meter un pase de gol, cuando gambetear. Domina con suficiencia otras dos cualidades esenciales: el control y el pase. Y eso, entre otras cosas, lo hace ser uno de los futbolistas mas veloces. Entre tanta confusión reinante en el fútbol argentino, donde "todo es igual y nada es mejor", nos queda Riquelme. Si alguna vez nos olvidamos de cómo era este juego, con mirar un rato algún partido suyo, retomaremos otra vez el mejor camino posible, el camino del buen juego. Felicidades Román y gracias por todo lo que nos das.

Un abrazo y la seguimos.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

HOMENAJE A MENOTTI

La Cámara de Diputados de la Nación rindió homenaje a César Menotti, y todos los que sentimos el fútbol que él representa, como algo nuestro, lo vivimos complacidos y reconfortados. Hubo en la historia del fútbol mundial algunos entrenadores que hicieron aportes valiosos al desarrollo de este juego, pero a mi modo de ver, hay dos que fueron los más importantes por su trascendencia. Rinus Michels desde la táctica (a partir de aquel Ajax de Cruyff y de Holanda del 74. Los equipos fueron más cortos, presionaron desde la pérdida de la pelota, y se dio mucha importancia a la tenencia de la pelota, entre otras cosas), y Menotti desde los conceptos.

Con César aprendimos a entender el fútbol desde sus entrañas. Supimos que el juego está antes que las tácticas, y que si un jugador es capaz de entenderlo puede adaptarse a cualquier sistema. Y además modificó la metodología del entrenamiento. Se entrena con conceptos del juego y según las necesidades del equipo. Método que sigue siendo moderno y que utilizan por ejemplo el Real Madrid y el Barcelona. Menotti lo viene aplicando desde hace mas de 40 años. César reune todas las virtudes de un entrenador: tiene un profundo conocimiento del juego, notable capacidad de análisis para definir los defectos y virtudes de un equipo y de un jugador, seducción con la palabra, convicción absoluta, nunca un resultado ni a favor ni en contra modifica su conducta con los jugadores, ni su interpretación de lo que se hizo bien o se hizo mal. En fin y tantas otras que hacen que los jugadores con él se sientan seguros y felices.

No es entrenar su función más notable, no obstante, sino, creo yo, su actividad como formador, casi absolutamente olvidada por la mayoría de los entrenadores en Argentina y en el mundo. Todos los jugadores que pasan por él y quieren aprender, salen mejorados, crecidos. Y no solo en lo futbolístico, sino también en la defensa de la dignidad como futbolistas. Y precisamente otra de las cosas que aprendimos con él, es defender la dignidad de nuestro oficio de entrenadores. Hacer respetar los tiempos y las condiciones de trabajo, a no ceder a presiones ni de los dirigentes ni de la gente ni del periodismo cuando la cosa no funciona, y a respetar y defender el juego en todo momento.

No se trata de ganar como sea, de cualquier manera. Se trata de jugar lo mejor posible para sentirnos dignos, orgullosos, y tener mas posibilidades de ganar, naturalmente. Sin embargo a mí lo que más me sigue asombrando de César es su volutad inquebrantable de lucha, su constancia para combatir la estupidez, el atrevimiento insolente de la ignorancia, su actitud de firmeza frente a tanta miseria de un entorno cada vez más envilecido que solo respeta el resultado. Menotti significa para todos nosotros un ejemplo para no sentirnos abatidos, una voz que nos permite seguir ilusionandonos y tener esperanza a pesar de este momento particularmente penoso del fútbol argentino.

Escuchar a Cesar es encontrar un apoyo para seguir creyendo que aún es posible un fútbol mejor en una sociedad más justa, a pesar de todo. En definitiva yo creo que el homenaje a Menotti es un homenaje al fútbol argentino, porque eso es lo que finalmente representa César como nadie. Gracias a la Cámara de Diputados por este homenaje, y gracias a Menotti porque con él aprendimos a que el fútbol es una excusa para ser felices.

Un abrazo y la seguimos.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Feliz cumpleaños, Globo!

Enredado, como estuve, en cuestiones personales, casi se me pasa el nuevo cumpleaños de Huracán. Son 103 años de emociones, tristezas y alegrías, compartidas por un barrio de los de antes y miles de hinchas por todo el mundo. Yo uno de ellos, que sigue la suerte del Globo desde Madrid. Me hicieron hincha los hinchas. El cariño inmenso que recibí y sigo recibiendo de toda la gente de Huracán. Los momentos inolvidables que pasamos juntos, aquel campeonato que tuvieron que robarnos, aunque no pudieron quitarnos las emociones vividas, el placer de un equipo que supo representar nuestros sentimientos. Una etapa que quedará para siempre en el alma de cada uno de nosotros. Pero Huracán es mucho mas grande que una injusticia. 103 años del Globo invitan a la alegría y al recuerdo. Felicidades Globo, y que nunca nadie sea capaz de quitarte tu identidad que tanto nos gusta. Un abrazo para todos.

sábado, 29 de octubre de 2011

El tesorero de Gimnasia no dice la verdad.

El tesorero de Gimnasia hace lo que suelen hacer los patrones para no pagar lo que deben: desprestigiar con mentiras o medias verdades a los trabajadores y hacer que sus legítimos reclamos parezcan totalmente injustos.

Lo cierto es, para abreviar, que nosotros (mis ayudantes y yo) habíamos aceptado la propuesta que el sr. Onofri, en nombre del club, nos había hecho. Es decir el conflicto (originado por la negativa de Gimnasia a pagar lo que habían firmado en el contrato, inclusive dos meses ya trabajados) había finalizado. Solo había que esperar una confirmación de la Comisión Directiva, para rubricar los acuerdos. Confirmación que nunca más llegó y ,por lo tanto, mis abogados iniciaron las demandas correspondientes.

Todo lo demás es un intento (con éxito porque la demagogia en estos casos siempre tiene éxito) de tergiversar la realidad para ir a juicio y transferir la cuestión a los dirigentes que lleguen dentro de 2 o 3 años. En otras palabras, tirarle el fardo a los que vendrán. Una práctica muy al uso en los dirigentes del fútbol en general, no solo en Argentina.

Por otra parte habla el tesorero de Gimnasia de fracaso (al parecer, el tesorero es quien lleva el mando del club, cosa que me extraña porque estaba muy enemistado con el presidente y por las cosas que de él me dijo el mismo presidente) . Yo dirigí a Gimnasia solo 12 partidos y el equipo jugó 3 promociones consecutivas. Es decir, venía fracasando desde hacía 5 o 6 años atrás por lo menos. No obstante, aún admitiendo el fracaso, también hablemos entonces de algunos aciertos.

Me refiero a los jugadores que después de mi gestión el club pudo vender (o venderá seguramente) y hacer dinero. Y fue así porque el equipo intentó siempre un fútbol atrevido que permitió que los jugadores pudieran exponer todo lo que saben (muchos de los partidos perdidos o empatados mereció Gimnasia mejor suerte. Por ejemplo contra Independiente, o contra Estudiantes, o Lanós, u Olimpo y algún otro que se me olvida). Tal vez el tesorero atribuya esos aciertos a su gestión exclusivamente.

Y por otra parte, si fue fracaso... ¿por qué razón tendría que asumirlo yo solo, y no los dirigentes también ? ¿O es que ellos no fracasaron? Yo tuve y tengo mucha suerte en la vida, y en todos los clubes donde estuve dejé en jugadores al menos 4 veces mas de lo que cobré. Gimnasia no fue una excepción en ese sentido. O sea que al tesorero de Gimnasia se le olvidó el haber en sus cuentas para hacer un balance completo.

Por otra parte yo siempre voy a reclamar lo que me corresponde. Así lo hice siempre y lo seguiré haciendo. No mido las consecuencias cuando se trata de justicia. Me da igual si eso me puede perjudicar o no para el futuro. Al único equipo que no le reclamé lo que me dejó debiendo fue a Huracán, porque su gente me hizo hincha del club donde viví lo más lindo de mi carrera, y donde tuve el honor de haber participado en uno de los mejores equipos de los últimos años del fútbol argentino.

Cuando asumo una responsabilidad pongo todo de mi para que las cosas salgan bien, y en general así fue. Aunque también es posible que a pesar de los esfuerzos que uno haga no se puedan conseguir los objetivos. No obstante yo creo que 12 partidos no dan para medir una gestión. Asumí en Gimnasia con la intención de continuar pasara lo que pasara, y así iniciar un camino con un estilo definido. Si no, ¿por qué razón iría a un equipo prácticamente descendido?

Los dirigentes no lo entendieron así y decidieron echarme. Pero, como siempre, tratando de no pagar lo que habían firmado, cosa que ni lo admití ni admitiré nunca. Pero, repito, yo ya había aceptado lo que Gimnasia, mediante el Sr. Onofri, me había propuesto para finalizar el tema en buenos términos. Es más; si Gimnasia vuelve a hacerme el mismo ofrecimiento, lo aceptaré nuevamente. Lo demás es un invento del tesorero. Consultaré con mis abogados por si sus reiteradas declaraciones se pueden considerar difamación. En ese caso iniciaré las demandas correspondientes también, no tengan dudas.

Quería aclarar este tema. Gracias. Hasta la próxima.