Publicado en El Mundo 22 febrero 2010

EL BARÇA Y EL MADRID IMPONEN SU JERARQUÍA

SE HIZO MAYOR. Ya es un hecho el crecimiento de Navas como jugador. De ser un futbolista rápido, con alguna habilidad que aportaba muy buenos centros desde la banda derecha, se ha convertido en un jugador decisivo en cada ataque del Sevilla. Le agregó pausa a su juego, diagonales oportunas para definir, pases de gol, gambetas endiabladas y con sentido y también colaboración cuando hay que recuperar la pelota. Otra variante de calidad para la Selección.
ESCUELA. Más allá del último triunfo del Barça conseguido con tanta autoridad que el Racing parecía un equipo de otra categoría, es para destacar la presencia de 8 o 9 canteranos quienes jugaron como si hubieran sabido el libreto con anterioridad. Es que salen de una escuela, de un estilo, de una forma de entender este juego que facilita su incorporación al primer equipo sin traumas ni largos procesos de adaptación. Ninguno traslada, todos juegan a uno o dos toques, ganan espacios con inteligencia, apelan la habilidad con naturalidad solo cuando hace falta; en fin, un ejemplo para todos y una lección: jugar bien además de dar resultados ayuda a que los jugadores disfruten, aprendan, y puedan crecer libremente.
APARECIERON LOS CRACKS. El Madrid tuvo una contundencia aplastante de la mano de quienes más se espera: Ronaldo y Kaká, pero también se apoyó en la base de siempre: firme en el fondo, con el aporte permanente y criterioso de los laterales, la impecable conducción de Xabi Alonso, y la presencia desequilibrante e inteligente de Higuaín. Aún, y lógicamente, le falta pulir aspectos que hacen al manejo de los tiempos y la circulación de la pelota, pero puede decirse que encontró el camino y empieza a transitarlo desde la convicción.
¿LILLO ROMANTICO? Se desvanece otra etiqueta infundada. El Almería se muestra como un equipo muy trabajado tácticamente, con varias jugadas preparadas a balón parado y una notable entrega de todos para participar en todo momento del juego. Superó desde el orden a un muy buen Atlético de Madrid que recuperó al mejor Reyes, encontró en Tiago y Jurado el fútbol que le hacía falta y logró que vuelva el muy buen portero que es Asenjo. Es bueno, de vez en cuando, revisar los tópicos, para encontrarnos con la realidad. En este caso que Lillo es un gran entrenador que prefiere el buen juego para ganar.
EL EJEMPLO DE RAÚL. Entró con el partido definido y faltando muy pocos minutos. Jugó con el entusiasmo de un debutante. Se tomó ese tiempo con toda la seriedad y el respeto que merece siempre el fútbol y volvió a ganarse la admiración de todos los que amamos este juego.